Entra este otoño tardío y me apetece disfrutar de cada hoja que caiga, cada gota de lluvia, cada rayo de sol.
Me siento fuerte para aportar mis energías dónde hagan falta y mi lucha contra lo que rechazo.
Sé que no me faltarán abrazos tiernos, adolescentes y preciosos, ni sonrisas vespertinas al ritmo de rap, ni una voz querida que me cuenta sus aconteceres, amores y desamores.
También sé que el otoño me predispone a plasmar poemas en tardes grises, a sumergirme en páginas para vivir historias, a escuchar melodías olvidadas y a reuniones caseras de amigos.
Por todo ello me dispongo, a pesar de las forzadas ausencias, a disfrutar de este tiempo, con lo que tengo y con lo que deseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario