Me impregna un cruel desasosiego,
me atrapa y me siento presa, extraña,
combato en la oscura telaraña
y lloro este triste ensayo ciego.
Con fuerza me defiendo.
No me entrego
ni cedo, ni me rindo, ni me engaña,
la impuesta sinrazón viene con saña
y rabio de impotencia, sin sosiego.
Detesto naufragar en mar brumoso,
deseo habitar un mundo amable
que brinde libertad y un tiempo hermoso.
deseo habitar un mundo amable
que brinde libertad y un tiempo hermoso.
En breve la caricia
amigable
y el beso volverá el cuerpo gozoso
y la negrura envainará su
sable.
Araceli Míguez. Abril 2020
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